No hay que insistir mucho en que la situación actual de cambio climático el agua es un recurso vital que cada día se ve más amenazado. Tanto por su escasez (sequías), como, en ocasiones, por su excesiva abundancia (DANAs, inundaciones), o por su creciente contaminación, el flujo y la calidad de nuestras aguas se está viendo alterado en nuestro planeta. Por ello, el 22 de marzo, Día Mundial del Agua es un momento oportuno para reflexionar sobre las implicaciones que supone las modificaciones que, sobre el ciclo del agua, está ejerciendo el hombre con su actividad.

El Día Mundial del Agua fue proclamado por la ONU en 1992. El lema de este año es “Agua subterránea – Haciendo visible lo invisible” para reivindicar la importancia de las aguas subterráneas y su difícil acceso para miles de personas. Según datos de la ONU, el 97% del agua dulce líquida se encuentra bajo nuestros pies dando sustento al suministro de agua potable, el saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas.

Por otra parte, para hablar de la problemática mundial en torno al agua el noveno Foro Mundial del Agua buscará en Dakar entre el 21 y el 26 de marzo respuestas a los retos mundiales creados por la creciente escasez de agua. Este foro es el evento más grande del mundo sobre el agua. Ha sido organizado cada tres años desde 1997 por el Consejo Mundial del Agua, en asociación con un país anfitrión. En él se dan cita participantes de todos los niveles y áreas, incluyendo la política, las instituciones multilaterales, la academia, la sociedad civil y el sector privado, entre otras. El Foro Mundial del Agua proporciona una plataforma única donde la comunidad internacional del agua y los tomadores de decisiones pueden colaborar y tomar decisiones clave a largo plazo para los desafíos globales en materia de agua.